Wednesday, January 09, 2008


A veces por supuesto usted sonríe
y no importa lo linda o lo fea
lo vieja o lo joven
lo mucho o lo poco
que usted realmente sea
sonríe cual si fuese una revelación
y su sonrisa anula todas las anteriores
caducan al instante sus rostros como máscaras
sus ojos duros frágiles como espejos en óvalo
su boca de morder su mentón de capricho
sus pómulos fragantes sus párpados
su miedo
sonríe y usted nace
asume el mundo mira sin mirar
indefensa desnuda transparente
y a lo mejor si la sonrisa viene de muy de muy adentro
usted puede llorar sencillamente
sin desgarrarse sin deseperarse
sin convocar la muerte ni sentirse vacía
llorar sólo llorar
entonces su sonrisa si todavia existe
se vuelve un arco iris.
Cuando estoy cerca del mar me vienen las sonrisas y las melancolías, la alegría y la pena del alma, la conección con el universo y la soledad mas profunda. Miro como buscando algo que perdí hace mil años, esperando saciar los sueños y las esperanzas. Tomo mis manos para no perderme..exorcizo mis miedos aferrandome a algo..aunque sea una chaqueta. Hubiese preferido tomar unas manos grandes ...pero estaban muy lejos. Sentir la brisa, el agua ..el mecer de las olas que es como el canto del agua me vuelve mas fragil y más fuerte, más grande y más pequeña, mas alegre y mas triste. Hay varias yo luchando dentro de mi...las dejo salir a todas de vez en cuando como carcelera ..dando permisos escasos para no morir en el intento. Hay rebeldes que luchan, hay miedosas que se esconden..hay fuertes, hay cálidas y frías..todas me pertenecen.,.. todas son yo ..y el mar las calma. No es que tenga personalidades múltiples..pero qué mujer no siente que todas las mujeres que ha sido bullen dentro queriendo gritar o reir..o llorar?

3 comments:

Jorval said...

Muy bonito pensamiento. Me habría gustado más si hubiese tenido un título. El resumen del escrito creo que es la frase: Hubiese preferido tomar unas manos grandes ...pero estaban muy lejos.
Felicitaciones.

Makeka Barría said...

Muy lindo, amiga, el mar produce ese efecto encantador, me encanta el mar, me da miedo morir en el mar pero a la vez tiene un encanto enigmático que no puedo descifrar.
Toda mujer sonreimos, lloramos, reimos a mandibula batiente y son cosas inexplicables las que nos producen sentimientos encontrados de nuestro propio existir.
Cariños.

Makeka Barría said...

Ahhhh.... y te acabo de linkear en mi otro blog...